Esto es una parte extraída del libro Las diosas de cada mujer que me ha parecido muy interesante. Los ejemplos los he añadido yo.
Para hacer que un sueño se vuelva realidad, hay que tener primero un sueño, creer en él y trabajar por realizarlo. Normalmente, es esencial que otra persona que sea significativa para nosotros crea que ese sueño es posible: esa persona es una portadora de visión, cuya fe suele ser crucial: Daniel Levinson, en Seasons of a Man´s Life, describe la función de una "mujer especial" en la fase de transición de un joven hacia el mundo adulto. Levinson asegura que tal mujer tiene una conexión especial con la realización del sueño de aquél. Le ayuda a dar forma al sueño y a hacerlo realidad. Lo comparte, lo bendice, cree en el joven como el héroe del mismo, se une a él en su viaje de descubrimiento y le proporciona un santuario en el que puede imaginar sus aspiraciones y alimentar sus esperanzas.
Esta mujer especial es similar a la descripción de Toni Wolf de la "mujer hetaira" (que viene de la antigua palabra griega que designaba a la cortesana, que tenía educación y cultura y era excepcionalmente libre respecto a las mujeres de aquellos tiempos; era en algunos aspectos como la geisha japonesa), un tipo de mujer cuyas relaciones con los hombres tienen cualidades eróticas y de compañía. Puede ser la mujer que le inspira, o musa. Según Wolf, la "hetaira" fertiliza el lado creativo de un hombre y le ayuda a realizarlo. Toni Wolf, analista junguiana y antigua paciente de Jung, fue su colega y, según algunas personas, también su amante. Ella fue, tal vez, la "mujer especial" para Jung, una mujer hetaira que inspiró la teoría junguiana.
A veces, una mujer posee el don de atraer a varios o a muchos hombres hacia ella, que la ven como su "mujer especial": tiene la capacidad de percibir sus potencias, creer en sus sueños e inspirarles para realizarlos. Lou Salomé Andreas, por ejemplo, fue la mujer especial, musa, colega y compañera erótica de varios hombres famosos y creativos, entre los que se encontraron Rilke, Nietzsche y Freud.
Las mujeres, al igual que los hombres, necesitan imaginar que su sueño es posible, y tener a otra persona que les considere a ellas y considere su sueño. Se especula sobre por qué existen tan pocas mujeres artistas famosas, grandes "chefs" de cocina, directoras de orquesta o filósofas de renombre; entre las razones que se dan podría ser porque esas mujeres carecen de portadores del sueño. Las mujeres han alimentado el sueño de los hombres, mientras que éstos, en general, no han alimentado el sueño demasiado bien para las mujeres de su vida.
Este estado de cosas es una consecuencia parcial de los roles estereotípicos, que han limitado la imaginación y suprimido las oportunidades de las mujeres. Pero los obstáculos tangibles (dificultades del tipo "mujeres abstenerse") están disminuyendo, al tiempo que aumentan los modelos de roles.
Un ejemplo magnifico de "hombre portador de visión" es Boy Capel, novio y protector de Coco Chanel. Si no hubiera sido por él, probablemente nadie conocería a la fantástica e innovadora Coco Chanel porque nadie habría creído que su sueño podría hacerse realidad.
Otro ejemplo igual de fascinante es Elvira Hidalgo, profesora de la divina María Callas, que supo sacar y pulir todo su potencial y convertirla en la Gran Diva que fue y sera para siempre.
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